En casa

Ya estoy en casa… todo es perfecto. Todos están aquí… todos, menos tú.

Mi trabajo

Siempre pensé en el trabajo como una obligación, si quieres comer tienes que trabajar… y para mi, así había sido, hasta hace dos años. Cuando mi jefe me encontró por casualidad, trabajando 10 horas al día en un laboratorio. A mi me encantaba mi trabajo, pero solo trabajaba, apenas veía a pegote, y con ex siempre eran discusiones porque no aparecía por casa, y el sueldo no se correspondía ni a la mitad de horas que trabajaba.

Pero un buen día, de la noche a la mañana todo cambio, mi jefe me propuso irme con el, trabajar en algo totalmente distinto a lo que había estudiado, a lo que sabia hacer, a lo que estaba entregando mi vida. Y lo mejor, por menos horas…. Y mas dinero.

Nadie apostaba por esa idea, por este puesto de trabajo tan pionero, tan extraño.

Ahora este trabajo le ha dado sentido a mi vida, ahora vuelvo a estudiar (a mis años) ingeniería agrícola…

No salvo vidas, ni ayudo a nadie, ni encuentro vacunas para enfermedades raras… pero soy muy afortunada, porque me encanta lo que me aporta mi trabajo, y me gusta lo que hago. Mi jefe es una excelentísima persona, que ha sabido estar a mi lado en los peores momentos, ayudándome y apoyándome como un amigo más.

En febrero tengo muchas cosas que celebrar… una de ellas es que cambie de trabajo, y con ello, cambie mi vida, lo tengo muy claro.

Vuelvo a casa

Ya es definitivo, vuelvo a casa… en 4 días.

Tengo muchas ganas de volver, eso lo tengo claro, quiero estar con pegote, con mi familia y mis amigos.

No se si te dejo aquí… Me gustaría que vinieras a mi cuidad, que te gustara tanto como me gusta a mi, y te quedaras… conmigo.

Estoy contenta, porque vuelvo, pero con miedo a la vez, no es por adelantar acontecimientos, es porque es inevitable pensar que pasara en un futuro próximo.

Aun así, a pesar de que no se cuanto tiempo me quedare en casa, que pasara con nosotros, si volveré aquí o donde estaré dentro de dos meses, soy muy feliz, me siento bien, siento que mi vida tiene sentido, me siento realizada como persona, sin depender de nadie, ayudando a los que me quieren.

Este sentimiento es el que me ha hecho fuerte. No es que no necesite a nadie, es que no dependo de nadie. Mi familia esta ahí, no los voy a perder, mis verdaderos amigos, me han demostrado que puedo contar con ellos para lo bueno, y para lo malo, y el pasado ya no es una amenaza.

Tengo miedo...

Otro cambio inesperado en mi vida… te conocí, y no fuiste, para mi, mas que ese que obligaron a buscarme casa y acomodarme en tierra extraña, tu tierra.
Luego volviste y nos fuimos conociendo, compartimos casa y vida, cada uno en su sitio.
Te fuiste, y entonces algo en mi te añoraba, pero sin saber exactamente porque, pensaba que estaba sola en un sitio nuevo para mi y por eso pensaba que te echaba de menos.
Luego, las llamadas… cada día… y de pronto, voy a tu ciudad dos días. Dejas todo por estar a mi lado, y… los dos nos damos cuenta de lo que esta pasando.
Y de repente me vuelve a entrar el miedo, esto es muy difícil, ambos es países extraños, entre tu y yo mas de 1.000km de distancia.
Yo pronto volveré a mi ciudad… tu trabajas relativamente cerca de mi ciudad… pero tienes otros compromisos que dices, romperás por mi…
Tengo miedo de que no sea así…
Y lo mas difícil, 300km, es distancia. Las relaciones a distancia no tienen muy buena fama… pensar en un futuro contigo aterra… pensar en un futuro sin ti, también.

Vida nueva

Mi vida a cambiado totalmente, no es un giro de 180º, eso no es nada comparado con todo los que he vivido en estos tres meses.

En octubre me fui a otro país, con una lengua distinta, a una casa distinta, y sin conocer absolutamente a nadie.

Mi jefe me propuso el cambio, y a lo primero pensé que lo hacia por dinero, pero con el paso de los días me he dado cuenta de que este cambio me ha hecho darme cuenta de cómo soy, de quien soy, y de los problemas que tenia y no veía…

Ya supere todas mis heridas, y encontré otras que no sabia que existían, y también las curé.

Ahora se acerca la hora de volver, de elegir si volver… quiero volver, pero tengo miedo de que todo eso que estaba dormido y escondido en mi, vuelva a esconderse, quiero seguir dándome cuenta, de lo fuerte que soy, valorar el coraje que sale de dentro en tiempos difíciles, superar el dolor de lo perdido… aquí me he dado cuenta, de que algunas veces, he perdido, y he aprendido a asumirlo y aprender de ello.

Hoy me siento muy orgullosa de mis errores, de reconocer que me equivoque, de reconocer cuando estoy volviendo por el mismo camino que me llevo a tropezar, de elegir seguirlo a pesar de saber que ahí esta la piedra, de no perder la ilusión de que puede que algún día, pueda pasar por encima sin tropezar.

Desde aquí, he descubierto a mis verdaderos amigos, me he dado cuenta de cuanto me gusta mi vida allí, de que no todo es tan importante, y que la familia siempre estará ahí