miércoles, 27 de enero de 2010

Mi trabajo

Siempre pensé en el trabajo como una obligación, si quieres comer tienes que trabajar… y para mi, así había sido, hasta hace dos años. Cuando mi jefe me encontró por casualidad, trabajando 10 horas al día en un laboratorio. A mi me encantaba mi trabajo, pero solo trabajaba, apenas veía a pegote, y con ex siempre eran discusiones porque no aparecía por casa, y el sueldo no se correspondía ni a la mitad de horas que trabajaba.

Pero un buen día, de la noche a la mañana todo cambio, mi jefe me propuso irme con el, trabajar en algo totalmente distinto a lo que había estudiado, a lo que sabia hacer, a lo que estaba entregando mi vida. Y lo mejor, por menos horas…. Y mas dinero.

Nadie apostaba por esa idea, por este puesto de trabajo tan pionero, tan extraño.

Ahora este trabajo le ha dado sentido a mi vida, ahora vuelvo a estudiar (a mis años) ingeniería agrícola…

No salvo vidas, ni ayudo a nadie, ni encuentro vacunas para enfermedades raras… pero soy muy afortunada, porque me encanta lo que me aporta mi trabajo, y me gusta lo que hago. Mi jefe es una excelentísima persona, que ha sabido estar a mi lado en los peores momentos, ayudándome y apoyándome como un amigo más.

En febrero tengo muchas cosas que celebrar… una de ellas es que cambie de trabajo, y con ello, cambie mi vida, lo tengo muy claro.

3 comentarios:

Luz dijo...

Felicidades por ese cambio! Siempre he pensado (y así lo practico) que el título profesional no siempre se corresponde con lo que nos hace más felices o nos apasiona, pero esto último es en lo que realmente vale la pena dejar la vida. Sin duda hay riesgos que vale la pena tomar, así que enhorabuena!

Final alternativo dijo...

Gracias!!

Eva Magallanes dijo...

Hola!, tu post me ha hecho pensar en como en nuestra sociedad actual, el trabajo se ha convertido en un gran peso que lleva incluso a la enfermedad. ¡Y pensar que desde el origen, uno de los más potentes sentidos de lo humano se dio a través del trabajo, el hacer, el crear, el producir!... me alegra que veas este cambio laboral como una opción de vida... ¡que te vaya muy bien en este nuevo ciclo!

Te dejo un saludo fraterno desde el confín austral.